Cuando salgamos a la calle, hablaremos de todo. Y cuando el ruido se disipe, si en la melodía política de la reconstrucción los temas dominantes son el bien común, la vida comunitaria, la economía social de mercado y la subsidiariedad, entonces el centroderecha podrá hacer contribuciones decisivas en la orquesta nacional. Sencillamente, porque ha tomado lecciones de armonía y sabe que todos esos temas son acordes de la libertad.
La gestión del Gobierno en la crisis del coronavirus ha sido improvisada y su estrategia errónea. Solo en marzo más de 120.000 empresas se dieron de baja en la Seguridad Social, 830.000 trabajadores perdieron su empleo y cerca de 3 millones de personas se han visto afectadas por un ERTE. Sin embargo, con las medidas adecuadas, aún estamos a tiempo de evitar que la crisis sanitaria se cronifique en una crisis social, económica y de empleo.
El escenario que se mantiene, con todas las cautelas, es el de una contracción intertrimestral sin precedentes en todas las áreas, seguida de una recuperación que se iría acelerando a medida que nos acerquemos a final del año, cuando se registrarían lecturas terribles del resto de los indicadores como desempleo e inflación. El PIB global se contraería un 3,3%, mientras que en España se prevén caídas entre un 4 y un 10% y una tasa de paro que podría llegar al 20%.
Después de la reunión infructuosa del Eurogrupo del martes 7, el jueves se alcanzó un acuerdo para movilizar un programa de créditos por importe superior a 500.000 millones de euros, destinado a combatir la crisis económica causada por el coronavirus, aparcando la petición de mutualización de la deuda. ¿Qué ha cambiado para hacer posible el acuerdo?
No son pocos los que, aprovechando el temor y la angustia de los ciudadanos ante la pandemia del Coronavirus, van a querer vendernos recetas que se presentarán como soluciones sociales casi mágicas para configurar una sociedad futura desde una perspectiva marxista. Propugnarán un Estado benefactor y protagonista que sustituirá a la sociedad civil y acaparará no sólo el poder político sino los recursos económicos y los medios de comunicación y que, celoso de nuestra libertad, no nos dejará dar un paso sin que él lo permita, siempre para nuestra mejor protección. No otra cosa significa que Pablo Iglesias cite el artículo 128.1 de la Constitución.
04.16.2020. Cuando salgamos a la calle, hablaremos de todo. Y cuando el ruido se disipe, si en la melodía política de la reconstrucción los temas dominantes son el bien común, la vida comunitaria, la economía social de mercado y la subsidiariedad, entonces el centroderecha podrá hacer contribuciones decisivas en la orquesta nacional. Sencillamente, porque ha tomado lecciones de armonía y sabe que todos esos temas son acordes de la libertad.
04.15.2020. La gestión del Gobierno en la crisis del coronavirus ha sido improvisada y su estrategia errónea. Solo en marzo más de 120.000 empresas se dieron de baja en la Seguridad Social, 830.000 trabajadores perdieron su empleo y cerca de 3 millones de personas se han visto afectadas por un ERTE. Sin embargo, con las medidas adecuadas, aún estamos a tiempo de evitar que la crisis sanitaria se cronifique en una crisis social, económica y de empleo.
04.13.2020. El escenario que se mantiene, con todas las cautelas, es el de una contracción intertrimestral sin precedentes en todas las áreas, seguida de una recuperación que se iría acelerando a medida que nos acerquemos a final del año, cuando se registrarían lecturas terribles del resto de los indicadores como desempleo e inflación. El PIB global se contraería un 3,3%, mientras que en España se prevén caídas entre un 4 y un 10% y una tasa de paro que podría llegar al 20%.
04.10.2020. Después de la reunión infructuosa del Eurogrupo del martes 7, el jueves se alcanzó un acuerdo para movilizar un programa de créditos por importe superior a 500.000 millones de euros, destinado a combatir la crisis económica causada por el coronavirus, aparcando la petición de mutualización de la deuda. ¿Qué ha cambiado para hacer posible el acuerdo?
04.07.2020. No son pocos los que, aprovechando el temor y la angustia de los ciudadanos ante la pandemia del Coronavirus, van a querer vendernos recetas que se presentarán como soluciones sociales casi mágicas para configurar una sociedad futura desde una perspectiva marxista. Propugnarán un Estado benefactor y protagonista que sustituirá a la sociedad civil y acaparará no sólo el poder político sino los recursos económicos y los medios de comunicación y que, celoso de nuestra libertad, no nos dejará dar un paso sin que él lo permita, siempre para nuestra mejor protección. No otra cosa significa que Pablo Iglesias cite el artículo 128.1 de la Constitución.